Tras muchos sustos, se reorientan (para bien) los pronósticos

alzaNo, los peores augurios que se presagiaban para la economía mexicana no se están cumpliendo. Los acontecimientos de los últimos meses provocaron gran desorden y confusión en los mercados, y los analistas anduvieron desorientados durante todo ese tiempo sin saber muy bien para dónde iba la economía, en plan veleta.

Hubo un momento, sobre todo durante los primeros veinte días de enero, con Trump en plena efervescencia y con el “gasolinazo” de por medio, que parecía que se produciría una hecatombe en México. En aquellos días, el peso se despedazaba, la inflación se disparaba, las tasas de interés trepaban, y los indicadores sobre la confianza de los consumidores y de los empresarios se desplomaban. En medio de ese huracán, los analistas previeron un escenario espantoso, con el peso desbocado, con riesgos de que la inflación se fuera de las manos, con el temor de que Banxico tuviera que incrementar las tasas más de lo pensado y, como corolario de todo lo anterior, la actividad en México sufriera una brusca desaceleración.

Sin embargo, a partir de que Trump se sentó el 20 de enero en el Despacho Oval, los tormentosos nubarrones empezaron a despejarse y los vientos soplaron a favor. El peso entró en una formidable senda de apreciación, los riesgos inflacionarios se atenuaron y los datos duros sobre la evolución del crecimiento económico sorprendieron por su músculo. En consecuencia, el desolador panorama de inicio de año ha vuelto a revisarse para incorporar un escenario más apacible. ¿Cómo han mutado las expectativas para la economía en México desde que ganó Trump?

Sin duda, el peso mexicano, después de traer los peores disgustos, es el que luego ha acarreado las mayores alegrías. La divisa se hundió un 16.5% desde la victoria de Trump el 8 de noviembre hasta el 19 de enero, la víspera de su toma de posesión. Ese día, el peso terminaba en su nivel más débil de la historia contra el dólar, casi los 22 pesos. El 20 de enero, la encuesta de Citibanamex indicaba que el peso terminará el año en los 22.13 pesos por dólar comparado con un pronóstico de 18.5 pesos el 7 de noviembre. Pero desde que Trump llegó a la Casa Blanca, el peso llegó a recuperar 18.6% para cerrar el 17 de abril en torno a los 18.5 pesos por dólar, muy cerca del nivel del día de las elecciones en Estados Unidos (18.32 pesos). Por tanto, el peso ha regresado prácticamente a los niveles previos a la victoria de Trump.

 

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Foto: Mundo Ejecutivo